¿El naufragio de NL?

¿Quién iba a imaginar que el estado marco de referencia, ejemplo, vanguardista de México, enfrentaría las crisis que hoy padece?
¿Podrá Nuevo León combatir estos males, volver algún día a su punto de equilibrio?
  1. ¿En el abastecimiento de agua?
  2. ¿En la seguridad?
  3. ¿En el nivel educativo?
  4. ¿En la recuperación de sus valores?
  5. ¿En la movilidad?
  6. ¿En el aire limpio?
  7. ¿En la voraz deforestación de nuestros valles y montañas?

Esto y más me lo pregunté el martes por la mañana al leer el reportaje de los cientos de migrantes varados en la Central de Autobuses de Nuevo León. Familias enteras rechazadas en Acuña, Coahuila, fueron enviadas en autobús a nuestra ciudad.

Sus rostros desencajados y consternados hablaban por sí solos.

Algunos incluso se cosieron la boca en señal de protesta por la falta de apoyo para llegar a su destino anhelado: Estados Unidos.

A todas las crisis que enfrentamos, pensé, ahora se suma una crisis humanitaria de grandes proporciones que de no remediarla lo antes posible nos veríamos aún más afectados.

Entonces pensé:

  1. ¿Qué hacer?
  2. ¿Cómo evitar el naufragio?

A lo largo de la historia, mucho se ha hablado de las crisis.

La gran mayoría coincide en que la crisis es sinónimo de oportunidad.

Por ejemplo,  Henry Ford, fundador de la compañía Ford Motor Company, decía que “las crisis al menos tienen la ventaja de que nos obligan a pensar.”

Antoine de Saint-Exupéry, autor de la famosa obra El Principito, afirmó que “el hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo”.

Por su parte,  Albert Einstein solía decir que en los momentos de crisis “solo la imaginación es más importante que el conocimiento”.

Sin duda las crisis que enfrenta Nuevo León que lo han llevado a la preocupante realidad de ser el estado más violento del país, no son poca cosa.

Reconstruir nuestro estado, necesita de un profundo análisis estratégico y sobre todo de mucha paciencia.

CULTURA DEL NAUFRAGIO

En una entrevista que le hicieran al Papa Francisco, antes de ser Papa, los periodistas Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, entre otras cosas habló sobre “la cultura del naufragio”.

“El náufrago se enfrenta al desafío de sobrevivir con creatividad.

O espera que lo vengan a rescatar o él mismo empieza su propio rescate.

En la isla donde llega tiene que empezar a construir una choza para la que puede utilizar los tablones del barco hundido y, también, elementos nuevos que encuentra en el lugar.

El desafío de asumir lo pasado, aunque ya no flote, y de utilizar las herramientas que ofrece el presente de cara al futuro”.

Me parece que ahí está la clave para rescatar a Nuevo León.

Seguir adelante con las políticas públicas, programas, acciones que han funcionado en el pasado y buscar elementos, ideas, políticas nuevas que nos ofrecen la tecnología y los países de primer mundo.

Para ello se requiere de entrada tres proyectos esenciales:

  1. Cerrar las llaves del huachicoleo de agua.
  2. Cerrar las llaves del huachicoleo de corrupción.
  3. Tener autoridad.
¿Cómo puede ayudar esto a Nuevo León?

Es vital resolver el problema del agua para que los demás problemas puedan resolverse. También es fundamental,  para no hundirnos irremediablemente, frenar la corrupción.

Y es que por más buenos proyectos que se intenten sacar adelante, la falta de presupuesto y la amenaza de quedar inconclusos por falta de recursos (o corrupción) frenaría el avance.

Pero sobre todo, es muy importante tener autoridad.

Recordemos que autoridad viene de augere que quiere decir hacer crecer. 

Tener autoridad no es ser una persona represora, sino alguien capaz de “hacer crecer”.  

No significa mandar e imponer. Sino servir y hacer crecer. 

Estoy convencida de que el gobernador Samuel García tiene esa capacidad pero no siempre la aplica como se debe.

Alguien con autoridad es capaz de ser paciente y visionario, de aguantar la crítica al tiempo de crear un proyecto de crecimiento a corto, mediano y largo plazo.

El mejor ejemplo que salta a la vista está en Alemania, en el gobierno que administró Angela Merkel.

Justamente uno de sus éxitos radicó en su sólida convicción de “que los presidentes no heredan problemas, sino los conocen de antemano… y por eso se hacen elegir, con el propósito de corregir esos problemas”.

Sólo nos resta decir:
Ojalá Samuel sea capaz de lograrlo.

Hay muchos ciudadanos que tenemos claro que si le va bien al gobierno, Nuevo León no se hunde, sale a flote, retoma su rumbo.

Con apoyo de los ciudadanos y de las instituciones podemos lograrlo.

Carolina Garza

Carolina Garza es comunicóloga, con Maestría en Ciencias de la Familia; es conferencista y vocera del Frente Nacional por la Familia. Ex Diputada Federal suplente, ex candidata al gobierno de Nuevo León y fundadora de la asociación  “Los Niños Primeros”. Durante muchos años fue editorialista del periódico El Norte y fue diputada local en NL.