Fortaleza Ciudadana

Adiós Goyito, ¡gracias!

Ojalá la vida de nuestro amigo Goyito sea inspiración para que otros tomen la estafeta y continúen esas acciones que requieren seguir existiendo.

Hace ya algunos años, conocí a un señor chaparrito muy buena gente; teníamos muchos amigos y conocidos en común, se llevaba muy bien con los curas y con los líderes de diferentes denominaciones religiosas. 

Fuimos Caballeros de Colón: él contador público, librero conocido por la librería del maestro, líder de los libreros; fue muy activo en la Canaco Monterrey, donde fue secretario.

También fue de los miembros fundadores de Vertebra NL, junto con Jesús Marcos Giacomán.

Participó como dirigente de los Centros de Integración Juvenil en Monterrey, con participación en lo nacional.

En algún tiempo fue miembro de la Honorable Junta de Gobierno de la UANL, donde volvimos a coincidir en el Consejo Ciudadano Nacional e Internacional de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano, del que era presidente.

También coincidimos en el Consejo de Folapac (que es Fomento Laboral Penitenciario, Asociación Civil), que gestiona y consigue empresas para dar trabajo a las personas privadas de su libertad de los centros de internamiento de Nuevo León.

Además, estuvo al frente de la casa de retiro Monte Carmelo. 

Con todas esas chambas, algunas personas llegaron a comentarle a Margarita, su esposa que "con tantos trabajos que tenía su marido era para que tuviera mejor auto"; lo que esas personas no sabían es que todas las actividades y presidencias de consejos son honoríficas.

Al respecto, cabe mencionar, y por eso me he permitido dedicar estas líneas a mi amigo monseñor Goyito, como le decía, hombre de Dios que seguramente tuvo defectos y virtudes pero que sus virtudes las entregó al servicio de los demás.

¡Vaya!, se abandonó él mismo para brindar su trabajo al prójimo. 

En repetidas ocasiones que platicamos sobre las mortificaciones que causaba conseguir recursos para la manutención de las obras en las que andaba metido, con enorme sencillez me decía "yo voy y le digo al Señor: 'Señor esto es tuyo, dime cómo le hacemos'". Le ocurrieron cosas tales como una vez, terminando de orar se acerca alguien a quien no conocía para decirle que quiere apoyar con recursos para determinada obra, por lo que me comentaba el buen Goyo:

"¿Cómo no trabajar en las cosas de Dios si Él mismo te manda la ayuda que se necesita?".

Así se pasó su vida, dando testimonio de que se puede ser auténtico, caballeroso, caritativo, con una espiritualidad enorme y bueno; seguramente será candidato a los reconocimientos que hacen tanto el estado como diversas organizaciones para los hombres y mujeres de Nuevo León que se distinguen en el altruismo o el servicio a los demás. 

He comentado con amigos y colaboradores que son pocas las personas que se dan o se dedican en cuerpo y alma a esas actividades a las que muchos le sacan la vuelta, porque implica salir del área de confort o dedicar tiempo que pudiera ser para descanso o a tener reuniones.

Ver cómo se hacen posibles las obras en las que anda metido, o no dejan nada de utilidad o beneficio económico, de hecho a muchos no les gusta pedir a sus amigos y contactos ayuda para sostener esas obras con jóvenes con adicciones, o viejitos en un asilo o alguna otra de las que no tengo idea. 

Ojalá la vida de nuestro amigo Goyito, que recién partió de este mundo el pasado 11 de julio, sea inspiración para que otros tomen la estafeta y continúen esas acciones que requieren seguir existiendo.

Aunque no esté su principal promotor y líder, él ya estará diciendo al Creador que le ayude a conseguir sus relevos en las diferentes chambas, lo que seguramente así será.

Me confía un buen amigo que el finado Adolfo Cardenal Suárez Rivera, algún día le dijo a Goyo que él tenía pocos hijos (sólo una) porque Dios le había confiado tener muchos hijos por quién ver, refiriéndose a los hijos postizos que guió y ayudó en diferentes momentos; me consta que varias personas se expresan de Goyito como su "papá".

Hasta el día de su partida, el doctor honoris causa Gregorio Treviño Lozano (1945-2022) se desempeñó como titular de la dirección General de Asuntos Religiosos del gobierno del estado de Nuevo León, dependiente de la Subsecretaría de Gobierno.

Gracias por su vida y sus acciones.
Luis Gerardo Treviño García

Es director Intersectorial de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno de Nuevo León. Abogado egresado de la FD y C de la U.A.N.L. Ha sido Presidente de Vertebra, N.L., actualmente Presidente de Fortaleza Ciudadana, miembro del Primer Comité de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción, ex Segundo Concejal Sindico del Concejo Municipal 2018. Miembro de diversos Consejos. Instituto de la Defensoría Publica, Folapac, Junta de Movilidad del Municipio de Escobedo, Consejo de Movilidad Segura del Municipio de Escobedo.