El arsenal de la guerra por la mente pública, tiene una nueva arma
La mente es el campo de batalla para persuadir al ser humano, en donde se encuentran los pensamientos, las emociones, los sentimientos y decisiones en busca del poder; el arsenal por el poder cuenta con un arma la RACIONALIDAD EMOCIONAL.
Todos libramos batallas en nuestra mente, donde se acumulan muchas voces, recuerdos, experiencias, alegrías, tristezas que te llevan a tomar medidas, y dependiendo que tipo de decisión y acciones que se tomen ante esas batallas, tendremos paz, armonía o angustia agitación, esperanza, desesperación, ilusiones, desesperanza y otros estados de vivencias.
En la mente es donde se toman las decisiones, medidas y realizan acciones que han sido impulsadas a preparar las más grandes guerras contra la humanidad, decisiones que al final de las cuales conseguirán revelarnos, ya sea la victoria o la derrota.
Podemos considerar un total de 270 emociones que, a su vez, se dividen en 70 positivas, 130 negativas y 70 variables o aquellas que dependen de la situación que las encuadre.
Así, aunque nos sorprenda, importune, fastidie e inquiete, cualquiera de esas 270 emociones están detrás de todas y cada una de nuestras acciones y también, tras cualquier proceso mental.
Toda decisión, toda actuación en apariencia lógica y racional tiene detrás un componente emocional, y que esto sea así es algo normal y esperable por un hecho muy concreto: nuestro cerebro es un órgano emocional que, en un momento dado de nuestra evolución, empezó a razonar de manera más sofisticada.
No hay que olvidar que las emociones tienen como función la supervivencia, la autoprotección y permitirnos vivir situaciones difíciles.
La opinión generalizada es que la emocionalidad se contrapone a la racionalidad y por lo tanto a la eficiencia. Sin embargo, las teorías neurobiológicas y cognoscitivas modernas sostienen exactamente lo opuesto:
Es imposible ser racional sin ser emocional.
La racionalidad emocional es el nuevo proceso o método para analizar la toma, acrecentamiento y conservación del poder.
Precisamos que la racionalidad emocional; se basa en emociones que también son lógicas y racionales. Sentir alegría, entusiasmo, experimentar inquietud e incluso sentir miedo en un momento dado también define un comportamiento racional.
La racionalidad emocional es Saber, Conocer, Entender, Descifrar y Advertir para la gestión y control de las emociones. Operar y usarlas a nuestro favor hará que tengamos una mejor calidad de vida y se facilite la toma del poder.
Las emociones son susceptibles de valoraciones de racionalidad: muchas veces organizan y facilitan la acción, en otras ocasiones sin duda la perturban; nos llevan a realizar actos que favorecen o contrarían nuestros intereses o los de los demás.
La racionalidad emocional no se puede excluir de ningún comportamiento. Por tanto, no hay nadie en este mundo que camine por la vida exento de alegría, miedo, angustia, pasión, asco o vergüenza.
Conozcamos algunas características de las personas con racionalidad emocional:
- Es estratégica, calculadora, logra planificar todo en poco tiempo y trabaja constantemente hacia metas y objetivos. Es independiente y le fascina y magnetiza entablar relaciones con personas que encuentra intelectualmente estimulantes.
- Es optimista, enérgica y apasionada. Tiene una gran pasión por las nuevas ideas y la innovación. también, fascinante e inspirador es atrayente por sus cualidades extraordinarias
- Es lógica, racional y emocional, sabe sentir alegría, entusiasmo, experimentar inquietud e incluso sentir miedo, pero en el momento dado también concreta y define un comportamiento racional porque utiliza las emociones que son nuestro propulsor el motor cotidiano, para saber entenderlas, manejarlas y usarlas a nuestro favor hará que tengamos una mejor calidad de vida.
- Es equilibrada y reflexiva, analítica y reservada, en comparación con otros tipos que tienden tiende a evitar situaciones sociales complejas y comprometidas y peligrosas.
Previsiones
Por este motivo, el estimular el surgimiento de las masas y su irrupción en los asuntos políticos son los motivos que alimentan la guerra por la mente pública.
El utilizar las pasiones de la vida, que pueden producir, odio, envidia, miedo, dolor y tristeza, como también alegría o felicidad como elementos para la toma y ejercicio del poder.
Los sentimientos son la dinámica cerebral de la persona que determina las reacciones de nuestro interior; son los impulsos para poder decidir en un tanto o un poco positivo o negativo. La guerra por la mente pública se desarrolla por medio del ambiente de tu vida, que se adaptan a nuestro cuerpo a través de la recepción de la mente y su campo de apertura, el cual estemos dispuestos a brindarles las cuales se disparan como proyectiles en nuestro organismo.
El instituto INCIDE ha venido explorando e indagando sobre aplicación de la racionalidad emocional.
Termino citando un análisis de Maquiavelo sobre el Poder que expone: "Un análisis de las pasiones humanas que le permite construir un edificio conceptual en el que las emociones y pasiones del poder -y por el poder- se adueñan de la escena política y justifican el ejercicio irrestricto de la fuerza del Estado como interés primordial de la nación".