La Conspiración del Diablo - The Devil Conspiracy / República Checa, 2022
La Conspiración del Diablo pertenece a ese género de terror apocalíptico que ha sido pie para cientos de películas y sigue la mata dando hasta la fecha.
Se supone que somos testigos de la expulsión de Lucifer del Cielo, exiliado al Averno y encadenado por el Arcángel San Miguel por toda la eternidad.
En épocas modernas, la estudiante de arte Laura Milton (Alice Orr-Ewing) se ve involucrada en el robo del Manto Sagrado de Turín por parte de una secta que, mediante tecnología avanzada de clonación de ADN, quieren usar la información genética para clonar a Jesus para que sea el vehículo de la resurrección de Lucifer.
En la trifulca, la muerte del padre Marconi (Joe Doyle) sirve para que el Arcangel San Miguel regrese a la Tierra para salvar el Manto Sagrado y evitar los propósitos malignos de la secta al servicio del diablo.
Hay más descripción y promesas que lo que ofrece la película.
De hecho, la idea es interesante y las escenas de San Miguel y Lucifer llaman la atención por el intercambio de pensamientos entre ellos, mucho sacado de la literatura como el caso de citar “El Paraíso Perdido” de John Milton, y toma prestado de la Biblia en adaptación libre de lo que sucedió en el conflicto y la guerra en el Cielo cuando Dios expulsa al diablo.
Sí, la filosofía y las ideas son buenas pero la película se queda corta en cómo implementar esas ideas, ya sea por una mala dirección o simplemente no había presupuesto para llevarlo a la pantalla grande.
A como está el producto terminado, asemeja las realizaciones que salieron post La Profecía (1976), y que muchas ya en la década de los 80s se fueron directo a videocasette sin pisar pantalla grande.
La Conspiración del Diablo parece hasta en un momento película del Santo sin el Santo.
Hasta los sets parecen emanados de una producción del Enmascarado de Plata, y el caótico final por el estilo, esperaba que de la nada cayera Blue Demon al rescate.
Termino diciendo que el Infierno de esta película no es nada a comparación de lo que vivimos en Monterrey las dos semanas pasadas… nos hace los mandados ese Averno.
Y no hay más que contar.