¡Victoria!, ¡se fue mi mujer!

¡Victoria Saraca, Victoria! Pianté de la noria.

Si me parece mentira después de seis años de vivir con ella poder volver a vivir...

Volver a ver mis amigos, vivir con mamá otra vez. ¡Victoria! ¡Cantemos victoria!

Yo estoy en la gloria: ¡Se fue mi mujer!

¡Me saltaron los tapones, cuando tuve esta mañana la alegría de no verla más! Y es que al ver que no la tengo, corro, salto, voy y vengo, desatentao... ¡Gracias a Dios que me salvé de andar toda la vida atado llevando el bacalao de la Emulsión de Scott...!

Yo ya estaba condeno a morir ensartenao, como el último infeliz.

¡Se fue mi mujer! Me da tristeza el panete, chicato inocente que se la llevó... ¡Cuando desate el paquete y manye que se ensartó! ¡Victoria! ¡Cantemos victoria! Yo estoy en la gloria: ¡Se fue mi mujer!

Esto me recuerda un mensaje que les envié hace tiempo titulado: La historia del calzón negro.

Resulta que se nos dice que el esposo estaba viendo un juego de beisbol que le encantaba, cuando de repente la mujer pasa por enfrente de él, vestida con una bata blanca y el señor nada mas hace un gesto negativo, después la mujer pasa con una bata roja y el señor hace dos gestos negativos, finalmente la mujer pasa con una bata transparente y con calzón negro.

Entonces el esposo asombrado le dice, porque te pusiste ese calzón negro, ¿Algún pariente se nos murió?. Entonces la esposa, con una sonrisa maliciosa le dice: En una pareja, cuando el pájaro está muerto el nido viste de negro. Ante esta respuesta queda claro el mensaje de alegría del esposo que dijo: Qué alegría, se fue mi mujer. 

Pero la pregunta esencial que nos debemos de hacer es qué tenemos que hacer para evitar lo que nos mencionaron en los dos mensajes anteriores, especialmente el primero.

Les recomiendo escuchar-leer la poesía canción que nos comparte Chayanne de dos personas: Marc Durandeau y Cristian Zalles. Que nos recomiendan promover lo siguiente en la relación con nuestra pareja: "Es que me gusta tu cara me gusta tu pelo, soñar con tu voz, cuando dices ´te quiero´, me gusta abrazarte, perderme en tu aroma, poder encontrar en tus ojos el cielo, me gusta tu risa, me gusta tu boca, quiero que sientas conmigo la calma  y cuando llegue la noche cuidarte el alma". 

 

Ramón de la Peña

Fue Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, también Rector del Sistema Centro de Estudios Universitarios (CEU). Actualmente es el Director General del Instituto Estatal de las Personas Adultas Mayores.