Los “liderazgos” descosidos
Rumbo al GP F1 de Austria.-
Les platico:
El del rancho y el del barrio:
Fue el primero en registrarse cuando se abrió la convocatoria para escoger al nuevo fiscal general de justicia de Nuevo León y también fue el primero en ser eliminado por los legisladores locales durante el proceso de selección.
Como mala copia de Tin Tan, se hace acompañar de su carnal Marcelo, un jefe de cuadra de la colonia donde vive, justo en los límites de San Pedro Garza García con Monterrey.
Por ese solo accidente geográfico, nomás por eso, este carnal “buen hombre” se autodenomina sampetrino y además de lamerle las suelas al Tin Tan de referencia, lo hace también con las chanclas del alcalde de San Pedro.
Enojados porque los diputados le dieron cuello al primero en sus aspiraciones, viven y medran en los alrededores del Congreso latigueando -según ellos- a los legisladores.
Con el menor pretexto se apersonan en la oficialía de partes a dejar sus escritos y arman revuelta pues siempre quieren ser recibidos por los diputados.
Se hacen grabar para luego subir sus videos con afanes de lucimiento personal, sabrá el Dios de Spinoza para que fines.
Cascarrabias uno y alocada foquita aplaudidora el otro, inundan de babosadas los ambientes donde medran.
Hacen apología de su inexistente ideología y se vuelve acosador de un género -uno- y de otro tipo -el segundo-.
Siendo el primero abogado, confunde con sus pronunciamientos.
El segundo embarra la manteca de su ignorancia en los únicos chats donde todavía lo toleran.
Ruega a sus administradores que no lo echen y cuando lo botan, se arrastra para que lo vuelvan a meter.
Con sus panegíricos confunde igual o más que el primero, aunque la vulgaridad con que éste se expresa lo vuelve más repugnante todavía.
Estos cabrones hacen daño por el solo hecho de andar sueltos.
Los ignorantes que les siguen el cuento - cada vez menos- contribuyen a enrarecer el ambiente de la opinión pública.
Como éste par, pululan muchos más en las redes.
Uno más:
Hay otro que resulta inevitable nombrarlo con su nombre y apellido, porque excreta una corrupción transexenal.
Se llama Gerardo Bolaños Ortiz y con sus rodilleras bien puestas le lame las suelas a la 4T y muerde la mano que le dio de comer el PAN durante varios sexenios.
Exuda y excreta resabio y en vez de ayudar, es un estorbo para Morena.
Su vida es un reguero de cuentas pendientes, desde Mexicali hasta Mérida.
Está en la mira de los fiscalizadores de la Nación por sus trafiques en Aduanas cuando Ricardo Peralta era el administrador.
Hasta ahora se ha librado de la vengativa guadaña de la 4T pero de buena fuente les digo: su suerte va a cambiar dentro de poco.
Cajón de sastre
“Especímenes de esta calaña hacen que uno se pregunte todos los días, ¿por qué en México no hay purgas o de perdido un gulag donde recluirlos?”, remata la irreverente de mi Gaby, que como siempre, dista mucho de andarse por las ramas.