El centro de la imaginación
Su agenda es simple. Arrancar obras de relumbrón. De gran calado. Números constantes para mover los indicadores de la ineficacia.
Esa es la gran apuesta del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda. Aparecer en las redes sociales como impulsor. Muy por encima de sus predecesores. Incluso del venerado Bernardo Reyes, detonador del grupo Monterrey. Los finados empresarios del siglo XX.
Línea 4, 5 y 6 del metro. Estadio de futbol para el club deportivo Tigres. Nuevas garitas en el extremo norte del estado. Cruce de mercancías y manufactura. Hasta de estupefacientes y migrantes.
Carreteras como nunca. Productividad industrial. Empleos bien pagados para todos. Nuevas fuentes de labores. El nuevo Nuevo León patenta la locura.
El Black Hawk imposible de navegar, los camiones chinos retrazados, el mantenimiento de la línea dos sin final. Los conciertos de porquería dominical a costo de la duplicadora de funciones secretaria de Cultura.
Nepotismo en CONARTE, CULTURA, SISTEMA de RADIO y TELEVISIÓN DE NUEVO LEÓN, TURISMO y un largo, largo expediente.
Participación Ciudadana de Ximena Peredo aun entrampada en el proceso de difamación, además de los eventos musicales donde su marido, integrante de una agrupación musical beneficiada del mismo presupuesto de Cultura o de otras participaciones incluso en el sistema de readaptación social.
Félix Arratia inoperante y prepotente en su trabajo. Barragán ineficiente en Agua y Drenaje.
Samuel alcanza limites inconcebibles de mitomanía. Convertir en senadora a su esposa sin experiencia alguna. Todo el primer círculo de colaboradores serviles. De buen gobierno avenido en calamidad.
La UANL de Santos Guzmán hace negocios al amparo de la sombra de Samuel y lo sabe.