Wonka / EUA e Inglaterra, 2023
El universo de Willy Wonka es muy conocido, creado por el escritor Roal Dahl (autor de Las Brujas), pero muy pocos tienen noción que el mito de Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate viene originalmente de la película estrenada en 1971 y estelarizada por Gene Wilder, y no la del 2005 con Johnny Depp.
Ahora tenemos en mano Wonka, presentada precisamente como precuela a la película de 1971, mostrando el origen del famoso chocolatero cuando llega sin nada más que la motivación de convertirse en un personaje famoso en el pueblo donde el chocolate es rey.
Sus vivencias son desde ser atrapado por una pareja que explota incautos como mano de obra esclava en una lavandería, hasta atrapar al misterioso y diminuto personaje de piel naranja y cabello verde que le roba su chocolate, y tratar de salir ileso de sus roces con el cartel de chocolate que manda en el pueblo.
Timothée Chalamet (ya bien conocido por Duna) toma rienda del personaje, mostrándolo más jovial y vivo que el cínico y ensimismado Willy Wonka de la original, y opuesto al oscuro y sombrío personaje de Depp de la versión del 2005.
Para ligarnos a la película de 1971, la banda sonora hace homenaje al soundtrack original, pero igual que la de antaño, el filme es un musical, y uno bien logrado con números pegajosos y simpáticos.
Lo que no cambia es el hoy en día himno de los Oompa-Loompas, cantado e interpretado con gran brío por Hugh Grant en esta ocasión, interpretando al diminuto ser que quiere cobrar una deuda de Willy Wonka.
Fuera de eso, el filme es una serie de secuencias nada complejas, e igual que la original, hay una serie de lecciones de que deben ser aprendidas: educarse, aspirar a ser otro, trabajar en equipo, y sí Willy se convertirá en el hombre que va a tener todo y será feliz para siempre, se debe ser un hombre honesto y recto que sepa administrar la abundancia que le espera.
Wonka es parte del segmento de cine de “las precuelas que nadie pidió” (Oz: Un Mundo Maravilloso, Prometheus, Godzilla menos 1, la precuela de Los Juegos del Hambre) y que tratan de dar un vistazo a películas que, si no pueden continuar hacia adelante con secuelas o ya se terminó su ciclo, pues hay que dar un vistazo al pasado.
Y sí la película es mágica, bien coreografiada en ese renglón el crédito es del director Paul King que ya nos trajo dos rebanadas de magia con sus dos filmes de Paddington, mejor.
Este Wonka tiene la suerte que opera bien, simpática y animada.
Es positiva y no puedo decir grandiosa porque hay demasiados momentos donde la historia se queda sin Willy y sin Wonka y trata de apoyarse en efectos y trucos del personaje que el original de Gene Wilder no tenía (el sombrero tipo la bolsa sin fin de Mary Poppins), evadiendo todos los detalles oscuros del personaje de la novela como la versión del 2005.
Se acopla bien a un universo muy distante y que probablemente muchos no conozcan, y a pesar de que el filme de 1971 se ha reestrenado en México, no creo que salgan corriendo a ver la original (versión que le fue mal en taquilla en su momento).
¿Es Wonka el nuevo clásico navideño para que todas las familias pasen el mejor de los momentos?