Cómo desenmascarar a un mentiroso

Gerson Gómez DETONA aquí: La mentira dura hasta el amanecer de la verdad.

Le enseñamos un espejo. Por diez minutos estuvo hablando sin parar. Fregón. Nos va a ir como nunca. Nearshoring. Inversiones récords. Ya tenemos en la bolsa miles de millones de dólares.

Viene lo mejor. Vamos a pintar de naranja todo el país. Mi compadre ya prometió jale para todos. La gente del sur está acostumbrada a flojear.

En el norte somo gente luchona. Nada nos detiene. Arriba y adelante. Para atrás ni para agarrar impulso. Voy a meter en la cárcel a los viejos políticos de antes. El PRI y el PAN está lleno de ladrones.

Conmigo no se meta nadie. Tengo tres doctorados de tiempo completo. Solo me falta ser investigador nivel uno del CONACYT. La carretera a Colombia, la interserrana. Comunicados con todos los puntos.

Si no me dan permiso los alcaldes, les expropio. Pónganse a jalar. Creamos una constitución nueva. Acorde a los tiempos modernos. Vamos a tener agua las 24 horas del día. Para eso estamos con la obra de un segundo tubo de la presa.

La envidia a nivel nacional

El presidente ya prometió participaciones bien copeteadas.

En el soliloquio de su narcisismo, su personal shopper le hizo la maleta. Su mujer ya dejó a la criatura primogénita con la nana.

Pórtense bien. Nada de estar gateando o de llorar. Empañado el espejo no le ofreció la versión real de la imagen. Ni el levantarse temprano para bajar al gimnasio personal le puede quitar esa espinilla fea, en la punta de la lengua. Síntoma de enfermedad conocida como lengua de gato. Contraída por lamer palabras sin verificar. Carentes de permiso. La mentira dura hasta el amanecer de la verdad.

O cuando se dan cuenta los ciudadanos de la mitomanía de un narcisista
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.