Los cuatro tiempos de Andrés
México es un gran pastel cortado en 32 rebanadas.
Los comensales deben elegir el alimento a modo.
Desde la entrada ligera, la sopa, el platillo fuerte y el postre.
Aderezado, condimentos y presentación al gusto de Andrés Manuel.
La oposición medusa, aun negocia los escaños al interior de sus dañados institutos gastronómicos.
Quien debe encabezar, el orden de los privilegiados plurinominales y hasta quienes son impresentables.
Si adelantan entre Santiago, Xóchitl, Lilly, Alejandro, Marko y Jesús, corren el riesgo de la dispersión. Eso le sumaría mayor apoyo al menú de MORENA.
Llamar corcholatas a los precandidatos es ofensivo.
Una ficha solo sirve para destapar o para la lotería de los comunes.
Dante Delgado en su infierno en Movimiento Ciudadano, ni siquiera cuenta en la sinfonía de las postrimerías del sexenio.
Jalisco y Nuevo León padecen de gobiernos bonitos e ineficientes. Splash. Plagado de merolicos, jóvenes de corazón desleal y yupies.
Ni sumados, en efecto, el voto duro de M.C. a la coalición medusa, definiría el banquete de Andrés.
Solo, tal vez, de contrapeso en el senado y en el congreso de la unión.
En Palacio Nacional el personal ya prepara la operatividad del 2024
El servicio de cocineros, meseros, los alquimistas de la jornada electoral y hasta los defensores del voto.
Claudia o Marcelo prometerán hasta las lágrimas no natas de la virgen del Tepeyac.
Bailar en Chalma. Bañarse en la charca de Espinazo Nuevo León y hasta el lexicón de Alvarado Veracruz.
Todo a precio de saldo.