Siete Puntos

Medios, no fines

Paco Gómez DETONA aquí: Redes sociales y presiones laborales están provocando depresión y ansiedad, orillando al uso de drogas para aliviar esas tensiones.
1.

Dos notas preocupan.

Leo que la Universidad de Michigan realiza un sondeo, desde 1991, entre preadolescentes y adolescentes sobre la depresión y desesperanza en ellos. En aquella fecha, un 25% de los entrevistados se identificaba con frases como “no disfruto de la vida”, “mi vida no tiene valor”.

Desde la explosión de las redes sociales, allá por el 2012, el número se ha duplicado.

En los EUA, la tercera parte de los adolescentes ha considerado suicidarse, y las heridas autoinflingidas se han incrementado un 163% en los últimos 10 años.

2.

Otro dato. Según The Wall Street Journal (28 junio 2023) Elon Musk toma ketamina; Sergey Brin alucinógenos; ejecutivos de Founders Found han organizado fiestas que incluyen psicodélicos; Spencer Shulem, CEO de Build Better, dijo que usa LSD cada tres meses, para aumentar su concentración y ser más creativo.

La misma fuente señala que Silicon Valley (SV) tiene mucho tiempo de ser tolerante al uso de drogas en sus empleados. Todo este consumo se realiza no sólo en horas de descanso, sino en los mismo puestos de trabajo.

3.
Redes sociales, entonces, y presiones laborales, están provocando tales grados de depresión y ansiedad que muchas personas acuden a las drogas para aliviar esas tensiones.

Resulta paradójico, en el primer caso, que instrumentos facilitadores de la comunicación interpersonal, con abundancia de imágenes polícromas y bellísimas, ofertas innumerables de canciones y conciertos, vamos, con un horizonte supuestamente de alegría y felicidad, estén logrando lo contrario: aislamiento, depresión, soledad, tristeza, baja autoestima, deseos suicidas.

4.

En el segundo tema la situación es semejante.

Cualquiera supondría que trabajar en las grandes firmas cuya sede se encuentra en la zona sur de la bahía de San Francisco es un privilegio. ¿Qué joven egresado no sueña con ponerse la camiseta de Apple, Google, Hewlett-Packard, Nokia, Tesla o Twitter? Sin embargo, tal honor cobra sus facturas:

  • La exigencia por dar los mejores resultados es inmensa
  • La competencia entre colaboradores feroz
  • La necesidad de demostrarle al jefe una resistencia física y mental es creciente.
El sueño de trabajar en SV se convierte en pesadilla.
5.

Las redes sociales, no deberíamos olvidarlo, son un útil instrumento para comunicarnos con todo tipo de personas, para descubrir nuevas visiones de la vida, para aprender de otros modelos culturales. Nos ayudan también a que los demás conozcan no sólo nuestros gustos y preferencias, sino también nuestros anhelos e ilusiones.

No pueden ellas, entonces, convertirse en invasores de nuestra intimidad, ni en distractores de lo más importante. A final de cuentas, son aparejos que nunca podrán devenir en fines: son sólo medios.

6.

Con el trabajo sucede algo análogo. Si bien el relato bíblico le otorga la categoría de castigo -“te ganarás el pan con el sudor de tu frente”-, en la actualidad lo concebimos como una forma privilegiada no sólo de sustento personal y familiar, sino también de realización profesional y de cauce a nuestra creatividad e innovación.

Con nuestro esfuerzo colaboramos en el cuidado de la creación, de la que somos sus hermanos mayores. Trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar y terminar nuestros días en una silla y frente a la computadora.

7.

Cierre icónico.

Mimetizada. Así está la oposición con Morena y su 4T.

Llama la atención no sólo el que el Frente Amplio por México haya tenido sólo un día de cohesión -de inmediato se bajó del proyecto el Consejo Electoral Ciudadano-. Tampoco el que sea evidente la manipulación por parte de los partidos políticos de un proceso que presentan como ciudadano.

Lo lamentable es que, como AMLO y los suyos están violentando las leyes electorales con precampañas anticipadas, así también la oposición.

¿Allá son ilegales? Acá también.
Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).