Donde quedó la bolita

Gerson Gómez DETONA aquí: Apretar las tuercas de FEMSA o TERNIUM debiera ser obligatorio. Entrar al quite el gobierno federal es exigencia generalizada.

Mismos síntomas, enfermedad idéntica.

El ciclo de la crisis hídrica no se resuelve a declaraciones. Preocupa la liviandad del gobernador García Sepúlveda con Barragán, el director de AYD.

Se malbarató la temporada de lluvias del 2022. Las llamadas de advertencia federal, de la CONAGUA, se fueron directo por la cañería, los tubos contaminantes al Santa Catarina.

Ternium y FEMSA, dos de los 10 mayores extractores industriales, han hecho mutis. Tampoco los antiguos activistas sociales. Disculpen. Los más significativos, sin excepción, cobran en la nómina del gobierno del estado.

Nuestro tandeo demuestra la contradicción. La curiosidad mató al gato. Los municipios rebeldes al gobernador y las colonias populares son las sacrificadas. Desde temprana hora de la tarde se cierran los ductos. Desaparece el derecho humano de acceso al agua.

Los preciosos ojos de Santa Lucía, en su trayecto largo por el primer cuadro de la urbe, se utiliza para la construcción de los nuevos complejos de departamentos. Con ello se les garantiza la venta multimillonaria con plusvalía.

Nuestras presas no pueden dar abasto para los 5 millones y medio de habitantes. Recibir inmigrantes para el nearshoring, para ser explotados, solo traerá dos millones de personas más.

En 10 años, solo los venezolanos, los haitianos y los centroamericanos, como lo hacen ahora, en los trabajos peor pagados.

La bolita del agua no se perdió. Esta escondida en las oficinas de AYD, también en el escritorio de Samuel García.

Apretar las tuercas de FEMSA o TERNIUM debiera ser obligatorio. Entrar al quite el gobierno federal es exigencia generalizada. A eso vamos.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.