El ciego sigue sin ver

El caso Ayotzinapa es, fue el estado fallido. La nación entera. Les fallamos.
Ayotzinapa a ocho años es un asunto serio. Todo municipio donde el crimen organizado se asienta le resta poder a la población civil.

No sorprende el CJNG con presencia en 27 estados. Igual se coló en la estructura del Golfo, la organización paramilitar de Los Zetas.

Guerrero, Morelos, Oaxaca y Chiapas, además de su colindancia, la cercanía con la capital del país, son entidades indígenas y con rezago desde la época de colonial.

Sus habitantes aspiran al bien. Muchos de ellos por generaciones han emigrado a los Estados Unidos. Quienes resisten les quedan pocos campos para laborar. Entre ellos la docencia, la milicia, las milpas o el crimen organizado.

Los usos y costumbres, de muchos de los municipios, les imponen leyes no escritas, sino adaptadas a la mayordomía del alcohol en las fiestas patronales, la ignorancia y los sufragios coludidos con quienes les sujetan la supervivencia.

Caciques de apellidos aún vigentes, guerrilleros y sindicalistas, mantienen una lucha social inacabada.

La tragedia de los estudiantes normalistas en Guerrero, de la Isidro Burgos, es terrible.

Los desaparecidos indudablemente fueron masacrados con la venia del municipio de Iguala, con el conocimiento del gobierno del estado y con la participación de la guarnición del ejército mexicano con los criminales de los Guerreros Unidos.

Pero de eso, a culpar a la 4T de inacción es grave.

Andrés Manuel tiene en su escritorio los nombres de los responsables. Gobernación también lo sabe. Incluso Alfonso Durazo gobernador de Sonora y la Senadora Olga Sánchez Cordero. También Peña Nieto. La casta panista y las tribus del PRD.

Hasta la DEA y las áreas de inteligencia norteamericana saben los nombres. Algunos delitos de lesa humanidad, como este, jamás prescriben.

Fue el estado fallido. La nación entera. Les fallamos.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.