El renacimiento
Nos abrumaba todos los días su proximidad. La capacidad de la Fundidora de Monterrey. La maestranza con su hollín suspendido. El impacto en la colonia Obrera. Todo el primer cuadro de la ciudad fue un desperdicio.
De oxido, hollín y nubes de progreso. A la zona conurbada la echaba a perder la industria acerera.
Fundidora murió al ser empresa del estado. Las condiciones gremiales, los excesos en los gastos corrientes y el endeudamiento para producir.
Al apagar el último de los hornos Monterrey pasó al extravío. Cientos de miles de familias quedaron en la calle. Negociar sus finiquitos fue el proceso presidencial en manos de la secretaria de Gobernación y Hacienda.
Monclova Coahuila pasa por el mismo estertor final. En dos meses las familias no han percibido emolumento alguno. La familia Ancira y Andrés Manuel no han logrado acuerdos significativos.
Por décadas Ancira sobrefacturó al amparo del poder, de las relaciones beneficiosas, los negocios fabulosos con el gobierno federal.
Exenciones de impuestos. Diferir y hasta perdonar multas, recargos, deudas.
El Coahuila de los Moreira, de la tierra de los dinosaurios priistas, en uno de los últimos bastiones del viejo régimen.
Enviar a la calle, como sucedió en Monterrey, demostraría el ninguneo centralista de la 4T. Como también la insurrección enajenante rumbo al año 2024.
Ayudar a los trabajadores, incluso en lo básico como los alimentos o los servicios de agua, luz y gas, además de becas para quienes aún continúan con sus estudios.
Monclova es un laboratorio de explosivos sociales. De despertar al monstruo sindicalista contra el empresariado caído en desgracia.