No Te Preocupes, Querida
 - Don’t Worry Darling / EUA, 2022

Directora: Olivia Wilde. Guión: Katie Silverman, Carey Van Dyke y Shane Van Dyke
Actores: Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine, Olivia Wilde y Gemma Chan. UNA ESTRELLA.

En la película No Te Preocupes, Querida, una esposa abnegada cumpliendo su fiel misión de ser la esposa perfecta, comienza a percatarse que la perfección que ofrece el pueblo de Victory puede ser en realidad una ilusión.

Sin la intención a revelar mucho de lo que ofrece la cinta, coloco la advertencia de:

SPOILERS

El filme es un vehículo principalmente para las estrellas Florence Pugh (la nueva Viuda Negra del universo de Marvel) y Harry Styles, en lo que es abiertamente una copia de las Stepford Wives: Las Mujeres Perfectas (2004), que en un momento los roles fueron de Nicole Kidman y Matthew Broderick.

No sólo el título mencionado sino también Abre los Ojos, Truman Show y Pleasantville donde los mundos idílicos con alguien detrás controlando la existencia es el común denominador.

MÁS SPOILERS

Aquí literalmente es el punto de vista de Alice (Florence Pugh) en un mundo perfecto confeccionado a la década de los 50 cuando todo era pintado como, el hombre trabaja y la mujer se queda en casa.

Y sí, es Alicia A Través del Espejo y el infierno que Alice encuentra del lado equivocado de La Dimensión Desconocida, inclusive la tan actual The Dark Mirror, cuando comienza a darse cuenta de que nada cuadra en su existencia.

La película dirigida por Olivia Wilde en modalidad de realizadora, y trabajando el guion de Katie Silverman, Carey Van Dyke y Shane Van Dyke despierta cierta curiosidad al inicio sobre qué es lo que está sucediendo en este universo de perfección.

Pero a la Wilde (que la prefería mejor como “13” en la teleserie House) se le va de las manos el filme, y en vez de terminar bien lo que comenzó bien, opta por tirar el rollo y más rollo, hasta que uno dice “para qué tanto rollo”.

Lo único que hace es que una película de por si de dos horas, parezca de tres infumables horas.

ADVERTENCIA: AUN MÁS SPOILERS

Lo que es el discurso del Club de Tobi, donde el hombre macho, idiota e inútil se hace el mártir que la mujer lo controla, pero es ella la que se desvive para tratar de vivir bien es válido, sobre todo el momento donde uno se da cuenta que sí, son psicópatas que de alguna forma deben controlar esa fuerza incontrolable que es la mujer para reconquistar esa etiqueta de “macho”, que es una falacia total.

La Florence Pugh, bien hasta que de alguna forma la película debe inyectarle acción a su personaje, que de manera violenta se rebele contra una institución impuesta; y Harry Styles, no gracias: su actuación en una sola dirección (perdón por el chiste de One Direction) se pierde y hace resaltar un severo error en la trama:

¿Por qué el sistema no inventó una excusa de que hacían los esposos en el mundo perfecto?.

La resolución final de la película con mucho aplomo cambia a “las mujeres mandamos”, lo que hace ver realmente como un tonto al personaje de Chris Pine, agregado con calzador a la historia, y nace obligadamente la pregunta de rigor, de verdad: ¿cuál era el plan y cómo fregados planeaban salirse con la suya?.

No se preocupen, queridos lectores, la película no termina como ustedes pudieran pensar, pero tampoco va a terminar cómo debería terminar… obvio, estamos en el cine donde las películas son mundos perfectos ante un mundo irreal como es el nuestro.

Justo Elorduy Hevia

Nacido en 1958, año de estreno de El Puente Sobre el Río Kwai. Crítico de cine y por 34 años analista del género en el periódico El Norte. Amante de la magnificencia de la pantalla grande. Y no hay sustituto. Lo que se ve en la pantalla grande, se queda en la pantalla grande.