Fortaleza Ciudadana

Humanos deshumanizados

Si los delincuentes quieren ocupar Palacio Nacional por el divino placer de mandar a todos, ¿quién los va a enfrentar? ¿El Ejército humillado? No lo creo...

Hace pocos días, circularon por todos los medios las imágenes (que no quiero ni calificar) de una población llamada Nueva Italia, del estado de Michoacán, en las que se aprecia a un montón de humanos de esos raros que andan armados en vehículos de dudosa procedencia y con un léxico propio de quien está limitado en sus capacidades en franca persecución de un convoy militar que "prudentemente" salió en corrida con velocidad para evitar una confrontación en una área densamente poblada, donde haber repelido la agresión pudo ser de graves consecuencias para terceros o victimas colaterales. 

Hasta aquí puedo estar de acuerdo que ganó la prudencia de los elementos, pero en la historia de nuestro ejército no habíamos tenido tantos incidentes como en lo que va de esta administración federal que encabeza don Andrés Manuel.

Incidentes en los que civiles muy mal educados por sus mamacitas y abuelas han vejado y humillado a servidores públicos pertenecientes a la Secretaría de la Defensa y al Ejército Mexicano.

He buscado antecedentes de un comandante supremo que ordene replegarse a sus elementos cuando sean víctimas de un enfrentamientos o actos como los que hemos visto mediante los videos de la mencionada persecución, pero no encuentro; antes hemos visto en Aguililla otros desarmes y maltrato, y las amenazas de presuntos delincuentes a marinos y guardias nacionales.

Narrar todos estos capítulos de la vergonzosa historia de nuestros soldados seria muy largo y penoso.

Debo recordar que el monopolio del uso de la fuerza reside en el Estado, así que ninguna otra organización en este país puede ni debe tener un estado de fuerza con armamento y hombres para enfrentar al propio Ejército, eso no es concebible y en ningún país del mundo donde se respete el Estado de Derecho se verán estas cosas.

Escasamente en algunas partes de Centroamérica, por algún tiempo fueron dominadas por maleantes convertidos en políticos donde la fuerza y el poder residió en esos malandros. 

Hoy, México tiene un Presidente que se jacta de ser diferente, a quien se le dio la confianza pensando que sería quien ayudaría a su pueblo a vivir sin corrupción, con mejores oportunidades de salud, en un país donde se respetaría la legalidad; es decir, con un Estado de Derecho presente, donde hubiera paz y que se lograra un crecimiento de la economía, de manera que se pudiera vivir mejor.

Recuerdo cuanto estuvieron machacando con ese dicho o refrán "estaríamos mejor con López Obrador"; hoy veo que los únicos que mejoran son los cercanos al Presidente y su familia; también otros empresarios que comulgan con sus ideas y que de alguna manera le dan por su lado para favorecer su intereses: son los nuevo ricos o los de la nueva mafia del poder que no se extingue sólo se renueva o se mejora. 

Cuando dejamos que se imponga la fuerza a la razón como esta ocurriendo en nuestro país, hay riesgos que debe tener estudiado el propio mandatario; por ejemplo, si esos muchachos humanos a los que se refiere el Presidente que debe cuidar, y que son los que matan, violan, roban, extorsionan y otras muchas conductas del librito que dice qué son delitos, se les antoja meterse con la familia presidencial, ¿quién los va detener, si la orden es dejarlos pasar y no hacerles nada?.

O si ya que andan desocupados quieren ocupar el lugar del inquilino del Palacio Nacional por el divino placer de mandar a todos, ¿quién los va a enfrentar?.

Si a los humillados les decimos que está bien que se dejen, ellos también serán recíprocos y muy humanos dejándolos pasar.

Revisé las facultades constitucionales del Presidente y en ningún lugar vi que tuviera obligación de dar trato especial a seres humanos que infringen la ley; para ese efecto existe el debido proceso que nuestros policías y elementos del orden en auxilio a la seguridad pública deben de tener presente y respetar. 

Abogar por los malos y los malandrines sin ser defensor público o privado desde la Presidencia, dejarlos en libertad y darles facilidades para que continúen en la actividad criminal lo hace omiso de sus obligaciones de garantizar la seguridad publica para el pueblo, liberarlos es cometer delitos y lo más serio es que causa una enorme decepción, pues con sus datos hoy no estamos mejor con López Obrador...

Luis Gerardo Treviño García

Es director Intersectorial de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno de Nuevo León. Abogado egresado de la FD y C de la U.A.N.L. Ha sido Presidente de Vertebra, N.L., actualmente Presidente de Fortaleza Ciudadana, miembro del Primer Comité de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción, ex Segundo Concejal Sindico del Concejo Municipal 2018. Miembro de diversos Consejos. Instituto de la Defensoría Publica, Folapac, Junta de Movilidad del Municipio de Escobedo, Consejo de Movilidad Segura del Municipio de Escobedo.