La urna vacía

Nadie puede estar más interesando en que el presidente permanezca en el cargo que el crimen organizado. 
El 1 de agosto los ciudadanos dejamos la urna vacía. Esa manera de ejercer el voto debe ser visto como un acto revolucionario de ejercer un derecho político. 86.6 millones de mexicanos —de los 93 que hay en la lista nominal— votamos, sin votar y con ello los electores lanzamos un misil en la línea de flotación del régimen.

El 1-A arroja luz a lo que viene. Deja ver que los mexicanos podemos sacar a Morena del poder y que lo podemos hacer a través de actos de protesta inesperados.

Ahora López Obrador nos convoca a participar en marzo en la revocación de mandato y en ese caso, habrá que precisar a quién, realmente, nos vamos a enfrentar.

El 21 de marzo los electores vamos a competir con el poder del narco. Eso, nos debe quedar claro. 

Nadie puede estar más interesando en que el presidente permanezca en el cargo que el crimen organizado. 

Ese día, la delincuencia operará con más violencia, dinero y estrategia que el pasado 6 de junio. Para ellos y para el régimen, se tratará de una fecha clave.

¿Por qué? Porque es la antesala de la sucesión presidencial. Si la mayoría de los electores deciden expulsar al presidente del poder o si las urnas vuelven a quedar vacías, eso representaría la derrota adelantada de Morena en el 24. ¿Quién va a querer votar por el candidato de un partido cuyo Mesías fue desahuciado ante de terminar su mandato?

La revocación de mandato ya es considerada en Palacio como “la madre de todas las consultas”.

Por eso vamos a empezar a ver como se recrudecen los ataques contra los consejeros del INE. 

Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama siempre le han estorbado al presidente, pero ahora, no solo son vistos como un obstáculo, sino como un riesgo para el futuro de la Cuarta Transformación.

A AMLO LE ESTORBA EL INE

Lo último que necesita, en este momento, López Obrador es tener consejeros electorales autónomos.

Con la reforma constitucional al INE busca imponer a quienes puedan hacer de la revocación de mandato un acto de relegitimación apoteósica.

Necesita hacerse del control del INE para decidir el resultado de la consulta y manejar la elección presidencial. De otra forma, se iría a la Chingada.

La urna vacía le hizo un “hoyo negro” al gobierno. Dejó ver muchas cosas: la evaporación de los 30 millones de votos obtenidos en 2018. La constancia de que López Obrador y Morena sólo ganan a partir de pactos de impunidad o cuando los narcotraficantes salen a su rescate.

La urna vacía —y eso es lo que más les duele—no fue una mera actitud de indiferencia.

Se trató de un acto de abstención subversiva. Con nuestra ausencia los ciudadanos cimbramos los cimientos de un régimen autocrático que destruye día con día al país. 

El 1 de agosto hubo una revolución democrática. 

Ahí hay, una primera semilla.

Para López Obrador, los culpables de esa conspiración, de ese complot en su contra tienen que ser eliminados.

Por eso acelera la militarización del país. 

La Guardia Nacional, por órdenes del presidente, jamás tocará a un narco, pero sí a quienes pretendan volver a dejar las urnas vacías y oponerse a la continuación de su proyecto dictatorial.
Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.