México-Dominicana, pedir misericordia
Escribo esto antes del partido de la Copa Oro en la ciudad de Los Ángeles entre las selecciones de México y República Dominicana.
Hasta donde recuerdo, jamás un juego entre esos dos equipos despertó interés, y si fuera por el futbol, éste no sería la excepción.
El interés ahora radicó en si los mexicanos no documentados irían al Sofi Stadium y si aparecería la policía migratoria de Trump para pescarlos en el estanque.
En un mensaje que sonó a piedad, la presidenta Sheinbaum pidió al ICE estadunidense “que no haya una acción” contra los mexicoamericanos que acudieran al futbol
Palabras que deben tener al ICE y a Trump sin cuidado.
Ellos están en lo suyo: aterrorizar y atrapar al mayor número de indocumentados.
Lo que diga la Presidenta de México es irrelevante.
A ella le regalan frases bonitas (a wonderful woman), todavía deferencia en el trato (Kristi Noem le hizo ver en la semana que se puede cuartear) y nada más.
En este asunto, México, su gobierno y Presidenta, importan únicamente en la tarea de sellar la frontera para que el volumen de cruces de migrantes siga cayendo de manera nunca vista.