Que tu fe nos salve

Y ahí vas de nuevo...

...como cada año,

como cada diciembre.

Con tu fe a cuestas,

...con tu esperanza urgida,

con las ilusiones vivas.

Por ello caminas, peregrinas.

Buscas, oras, imploras por ayuda,

resignación, salvación, consuelo

una total redención...

Benditos son ustedes

que tienen a quien asirse,

qué pena por quienes

no creen en nada, ni en nadie.

Pero no los compadezcas,

...carga tu cruz también por ellos.

Amaro Campos

Psicólogo de profesión por la UDEM, periodista y editor de oficio por vocación en EL NORTE, por varias décadas. Y luego de vivir una temporada en Chicago se trasladó con su esposa, que es escritora, a Canadá. Desde el 2010 es ciudadano mexicano-canadiense y reside en Vancouver. No tolera a los radicales que están en contra de todo y a favor de nada. Le gusta la música, tiene la colección de José Alfredo, los Beatles y Yanni.