El nuevo renacimiento
Le damos la bienvenida al humanismo. Caldo de cultivo perfecto. Los países arden entre el crimen organizado, el legal y el prohibido, la gran industria militar, las relaciones del poder con la iglesia.
Sucedió igual en la época de Miguel Ángel.
Desde la trinchera del saber, los elementos primarios, al pasar de la izquierda populista a la ultraderecha fascista. Nos quitaron el purgatorio al dejar la pena capital para las minorías.
Jugamos a crear a Dios, a controlar el orden en fascículos coleccionables. Vienen los místicos de la prosperidad, ecumenistas interesados en política bizantina. Vote por ellos o su pastor, el concilio o la comunidad parroquial los expulsará del paraíso terrenal de las vecindades sociales.
Las Universidades e Institutos Tecnológicos sirven para los tránsfugas multitask en ignorancia completa de buenos modales, sexualidad y géneros dispersos.
Vivir como romies, los nuevos matrimonios. Cada uno elije su día libre. Diversión garantizada. Hasta llegar a casa con aromas a liviandad etílica, sensual y de arrebatos.
Agache la cabeza. Pase por alto a la generación cristal. Son pena de excomunión, juicio sumario y brillantina morada para los condenados de la quimera.
Antes nos dominaba la cumbia. Suenan los corridos alterados, los tumbados, los belicosos, el genero urbano y hasta el caliente reguetón de todos tan temidos.
Apague su cerebro y prenda el Facebook. Tik Tok, Instagram, X, Bumble y Tinder. De todos los sabores, colores y hasta uno por otro reptiliano.