Make America Great Again
Como una aclaración inicial, esta es una reflexión existencialista sobre la igualdad, en todos los sentidos, que debería existir en todo el Mundo en la actualidad.
En varias entrevistas, discursos, y transmisiones, Donald Trump ha externado su opinión sobre la importancia de que en los Estados Unidos el idioma oficial y utilizado sea el inglés.
Y tiene toda la razón, el ex presidente estadounidense y actual candidato para dicho cargo, Donald Trump; igual como en Francia se habla francés, en Arabia Saudita árabe, en Israel hebreo, en Alemania alemán, en Rusia ruso, en México español, en China chino, en India hindú, etcétera... en todas partes de los Estados Unidos debería solamente hablarse inglés, para que así se confirme, en general y entre otros cambios pertinentes, su grandeza; por eso precisamente se nombran a los idiomas de cada país:
Lenguas natales.
Acá en México, por ejemplo, no sería del agrado popular visitar zonas turísticas importantes, incluyendo los centros de cada entidad federativa, y escuchar en los comercios, calles, y restaurantes, a los empleados y a la gente en general hablando en inglés; más sin embargo, esto sí ocurre en muchas de las principales ciudades de los Estados Unidos, incluyendo a Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Miami y a su capital Washington, donde se observa cotidianamente a muchas personas comunicarse en español.
Y al igual de que en México nos enorgullecemos, y al hacerlo proclamamos muy formalmente la autodeterminación y la soberanía de nuestra nación y de todos los pueblos del Mundo, también los Estados Unidos tendrían derecho a hacerlo y a obligar, de alguna manera (social, moral, y/o legislativa) a que en todo su territorio se hable únicamente en idioma inglés.
Sería muy humanamente controversial, repito, ir a las calles de cualquier parte del mundo y escuchar a las personas hablar otro idioma que no sea el natal de su país, y esto, desafortunada y existencialmente hablando, sí ocurre en los Estados Unidos con el español.