Pide especialista ofrecer perspectivas saludables al adulto mayor
La jubilación, el perder por fallecimiento a la pareja, el sufrir una enfermedad crónico-degenerativa y el pensar en la muerte son algunos de los escenarios que desencadenan depresión en las personas de la tercera edad.
Lo anterior fue detallado por la psicóloga de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Xóchitl Angélica Ortiz Jiménez, quien especifica que este problema de salud mental en el adulto mayor se manifiesta en síntomas de aislamiento, irritabilidad, menor tolerancia a la frustración y una alteración del sueño y la alimentación.
Todo lo anterior toma relevancia ya que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México de 2021 del INEGI, en la población de 60 años de edad y más que padeció COVID-19 hubo un incremento en la prevalencia de depresión.
Además se indica que, en 2018, el 26.4 por ciento de este grupo poblacional sufrió este problema de salud mental y en 2021 aumentó a 35.5 por ciento.
Por otro lado, de las personas con 60 años y más que no se contagiaron de coronavirus, el 29.3 por ciento tuvo depresión en 2018 y en 2021 la cifra fue de 26.9 por ciento.
Identificar los síntomas y tomar acciones como el realizar ejercicio, llevar una actividad de terapia grupal u ocupacional donde haya interacción con otras personas, hacer ejercicios de estimulación cognitiva que permitan mantener los procesos de atención, memoria o lenguaje activos y funcionales e ir a terapia psicológica es fundamental para combatir la depresión y la ansiedad.
La muerte y la depresión
La muerte es uno de los temas que resuena en los pensamientos de las personas de la tercera edad y posteriormente comienza a aparecer la depresión.
Es aquí cuando surgen pensamientos como: “es que ya no tiene sentido vivir si ya no soy útil o ya no sirvo para nada” o “mis hijos ya crecieron, ya hicieron su vida y ya son profesionistas, entonces para qué vivo”, por lo que, de acuerdo con la psicóloga de la UANL Xóchitl Ortiz, hay que encontrarle un sentido a la vida.
“Es importante indagar en ellos un motivo para seguir viviendo, al preguntarles: ¿qué no hicieron en su juventud porque se la pasaron trabajando, pero que ahora en la tercera edad aún pueden realizar? Como comunidad, es importante generar y gestionar espacios donde se pueda envejecer con salud mental y física dignamente”, puntualiza la también especialista en neuropsicología.
Por otro lado, hay otro grupo de adultos mayores que no le temen a la muerte debido a que durante su vida cumplieron muchas metas y aceptan esta etapa como un ciclo de la vida.
Sin embargo, un escenario que sí resuena en ellos es el cómo van a morir, ya que desean una muerte que no sea dolorosa y que no tarde mucho en llegar.
“En este caso, le tienen miedo a la enfermedad prolongada, porque ellos no quieren causarles problemas a sus hijos, por lo que manifiestan pensamientos como: ‘ojalá sea una muerte en la que me quede dormido’”, señala.
La dignificación del adulto mayor
Para la también profesora-investigadora de la Facultad de Psicología de la UANL Xóchitl Angelica Ortiz Jiménez es relevante saber que no todo el envejecimiento conlleva un deterioro en la salud, sino que también existe un envejecimiento saludable.