Seamos el elemento clave 

No nos arranquemos las alas y evitemos así arrastrarnos sobre la tierra.

Cada uno de nosotros tenemos la gran posibilidad de escribir el libro de nuestra vida.

Sigue adelante, no te detengas, avanzar es caminar hacia la perfección. Sigue adelante sin temor a los abrojos ni a las piedras cortantes del camino de la vida.
Sigamos su mensaje

Hace ya buen tiempo me quise salir por primera vez del TEC de Monterrey, allá por 1971, para trabajar en un proyecto patrocinado por la Comisión Nacional de las Zonas Áridas.

Se trataba de crear un centro de investigación para aprovechar e industrializar los recursos naturales de las zonas áridas.

Se tenía en aquel entonces el proyecto de industrializar el hule de guayule y los productos químicos que tienen algunas plantas del desierto. 

La gran motivación de los involucrados en el proyecto era crear un desarrollo económico importante para la gente que vivía en el desierto mexicano, al industrializar los recursos naturales del desierto.

Se veía como la gran aplicación social de la ciencia y de la ingeniería. 

¿QUÉ, CÓMO, CON QUÉ, CON QUIÉN Y CUÁNTO?

Como podrán imaginar tuvimos un buen número de reuniones para definir el proyecto o plan de negocios como se le conoce en la jerga administrativa, pero que no es otra cosa que definir el qué, el cómo, el con qué, el con quién y sobre todo el con cuánto. 

En una de esas reuniones nos acompañó un ingeniero agrónomo; una persona madura, con mucha experiencia, con muchas vivencias en el arte de organizar, pero sobre todo en el arte de vivir.

Lo vi llegar, se sentó y nos estuvo observando y escuchando. En ese momento estábamos discutiendo acerca del personal que íbamos a necesitar para la operación del centro de investigación.

EL ELEMENTO CLAVE

Después de que terminó uno de mis colegas de exponer su propuesta, escuché decir al ingeniero varias veces: "No se les olvide el elemento clave". 

Como a la cuarta vez que lo dijo le preguntamos: ¿Qué quiere decir con que no se nos olvide el elemento clave?

"Miren", nos dijo, "para que este proyecto funcione necesitan tener dos doctores en química para que expliquen lo que pasa en los procesos de industrialización del guayule y de los demás procesos.

Además se necesitan tres profesionistas con estudios de maestría, ocho ingenieros",  y así siguió mencionado las personas que se necesitaban para sacar adelante los proyectos.

"Pero no se les olvide que es necesario contar con el elemento clave".

Todos pensábamos que estaba hablando de dinero, de equipos o de organización, pero para nuestra sorpresa nos dijo: "no se les olvide que hay que conseguir alguien que sepa, ese es el elemento clave, sin el cual va a estar en chino que saquen los resultados que esperan". 

LOS QUE SABEN Y SABEN HACER MUCHO CON LO QUE SABEN

Algunos nos reímos, otros se molestaron, pero a mí me quedó claro que las personas claves en las organizaciones son las personas que saben y que saben hacer mucho con lo que saben, y que cada uno de nosotros debe de ser esa persona clave en el lugar donde se trabaja o se vive.

Dios te ha concedido un espíritu con alas para que surques firmemente el espacio de la libertad y del amor. Por lo tanto ¿no es una pena que te arranques las alas con tus mismas manos, y después tu alma tenga que arrastrarse como un insecto sobre la tierra?
Estimado lector, cada uno de nosotros tenemos la gran posibilidad de dejar una huella importante en nuestra familia, en nuestra comunidad y en nuestro País; no nos arranquemos las alas y evitemos así arrastrarnos sobre la tierra.
Ramón de la Peña

Fue Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, también Rector del Sistema Centro de Estudios Universitarios (CEU). Actualmente es el Director General del Instituto Estatal de las Personas Adultas Mayores.