John Wick 4 / EUA, 2023

Director: Chad Stahelski. Guión: Shay Hatten y Michael Finch. Actores: Keanu Reeves, Laurence Fishburn, Ian McShane, Donnie Yen y Bill Skarsgard. TRES ESTRELLAS.
No era de sorprenderse que John Wick iba a regresar con las pistolas desenfundadas y arrasando al que se le ponga en frente.

John Wick 4 es la continuación de la franquicia con Keanu Reeves personificando al asesino retirado, que es regresado y exiliado para ser blanco de otros asesinos. A estas alturas del partido John Wick no encuentra la paz, y al parecer en estar cuarta entrega, la guerra sigue.

Después de haber barrido a la oposición en la tercera parte, Wick quiere encontrar refugio pero la Mesa Alta simplemente son los que mandan y aquel que esté cerca de Wick, está destinado a ser destruido.

El director de la parte cuatro es Chad Stahelski, ya titular de toda la franquicia, maneja ahora la trama con una formalidad superior a las entregas anteriores (salvo la primera, que era “seria”, no “tiro al blanco” al mayoreo) y al parecer parte de la responsabilidad es de los guionistas Shay Hatten y Michael Finch que le han dado aires diferentes y han remplazado a Derek Kolstad, creador de John Wick.

En esta ocasión hay una baraja fresca de personajes y la vuelta al mundo sigue al pie de la letra, pero ahora se detiene en ciertos puntos para mostrar amigos y enemigos que antes eran amigos.

Nuevas caras y viejos conocidos.

Obvio sigue Ian McShane como el gerente del hotel. Regresa Lawrence Fishburne como el Rey del Barrio (literalmente), y en su última aparición Lance Riddick como el concierge, que en el mundo real, hace poco falleció.

Ahora el villano imposible de derrotar es el Marqués (Bill Skarsgard, el payaso Pennywise de Eso) y el asesino a frenar es Caine (Donnie Yen).

Vuelvo a insistir, el guión que nos lleva por caminos diferentes parece que presionó al realizador Stahelski a montar una película diferente, con una coreografía y diseño de producción increíble, mucho mejor que la tercera entrega que parecía un desorden total cada vez que Wick llenaba de agujeros a los adversarios.

Esta película está mil veces mejor coreografiada, y tiene una joya de precisión que parece juego de ajedrez a nivel de calle sobre el encuentro que se da en la rotonda (o glorieta) del Arco del Triunfo de París.

Y luego sostiene tal montaje y balaceras durante un buen de tiempo aún más, saltando de lado a lado de París en un abrir y cerrar de ojos (si lo hace Emily en Emily en París, John Wick puede) hasta llegar a un encuentro anticlimático subiendo los 220 escalones para llegar a Montmartre (que nadie le dijo a Wick que en paralelo, está el funicular que llega a la cima).

Aclaro: No me gustó mucho Donnie Yen, ahora presentando una versión moderna de Zato Ichi, el espadachín ciego japones mezclado con una variante de su Chirrut Imwe de Rouge One. Es pieza clave en la historia, pero su forma de presentar al asesino… ya se lo hemos visto antes a él.

Y dejemos pues a John Wick lograr el premio máximo de “head shots”, de derrotar “Bosses” y de pensar si John Wick tiene futuro después de esta cuarta parte.

No hay vuelta de hoja… yo digo que sí.

TE DEJAMOS EL TRAILER:
Justo Elorduy Hevia

Nacido en 1958, año de estreno de El Puente Sobre el Río Kwai. Crítico de cine y por 34 años analista del género en el periódico El Norte. Amante de la magnificencia de la pantalla grande. Y no hay sustituto. Lo que se ve en la pantalla grande, se queda en la pantalla grande.