Comportamientos e ideas salvajes para tiempos salvajes

Ernesto Cerda DETONA: Nuevo León ha padecido la lucha por el poder de partidos, gobernantes y poderes mismos, sin considerar los intereses y beneficios a los hombres y mujeres que lo pueblan. 

En los últimos meses, Nuevo León, nuestro estado, ha venido padeciendo la lucha por el poder de partidos, gobernantes y poderes mismos, sin considerar los intereses y beneficios a los hombres y mujeres que lo pueblan.

Sobre esta lucha entre Facciones que actúan en la política y el poder, presentamos ciertos puntos de vista que nos llevan a conclusiones de las visiones y praxis, son Foucheianas, y que ordinariamente han convertido a la política en una mera herramienta para la acumulación del poder.

Poder alcanzado a cualquier precio y ambicionado como un motín personal o de secta. 

Cierta y evidente reflexión sobre la política y sus demonios, sobre la llama que arde, en los políticos Foucheianos, consumiéndolos, en el interior y el exterior de aquellos que desean, y enferman por el poder, con independencia de saber de cuál sea su utilidad, para la sociedad, sin otras convicciones, ni principios, sino por el puro placer a veces no tan secreto de participar en un juego de exterminio.

Una lectura de la vida Joseph Fouché, que dejará al curioso y reflexivo lector, mucho más que cualquier análisis de la política actual. 

Ideas de Fouché que podrían servir de estímulo para sembrar en nuestros jóvenes y a los no tan jóvenes el deseo de ser sobresalientes en cualquiera de los giros de la vida secular política. Y distíngase que escribí sobresalientes, no dije perfectos, ni santos.

Joseph Fouché fue uno de los hombres más poderosos de su época y uno de los más extraordinarios de todos los tiempos. Sin embargo, ni gozó de simpatías entre sus contemporáneos ni se le ha hecho reconocimiento y justicia en la posteridad.

Como parte del apéndice a la nueva edición de kratologia, presentamos el resultado a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las características de Fouché que son necesarias en los tiempos actuales?  

Son las siguientes:
  1. Poseer una peculiar movilidad ideológica mutante y camaleónica, conducta que encierra las claves de la duración y obsesión por uso y abuso del poder. 
  2. Tener discreción; esta era el gran secreto de este insaciable e inflexible funcionario, que procuraba, que en ningún tiempo estar en primera línea, lo suyo era la tramoya, la maquinación, intriga y confabulación. 
  3. Estar y ser tranquilo y contar con una frialdad pasmosa; imitarlo ya que cuando menos se zafó 7 veces de las iras de sus superiores de Reyes como Luis XVI y de Napoleón. 
  4. Conseguir ser un puro prototipo sociológico: ser ejemplo del político amoral, traidor, arribista, falso y deleznable que acostumbra a existir en casi todas las organizaciones humanas, sean partidos, congregaciones religiosas, medios de comunicación periódicos, redes sociales o entidades vecinales, sin ser descubierto.
  5. Practicar con astucia, el ser un relativista moral. Un verdadero patibulario y perverso operador, cuya concepción íntima y esencial sobre el poder, es tener cada vez más poder, seguir las lecciones de Fouche que sólo son es comparables con las que dejó por escrito Maquiavelo.
  6. Ser perverso, ya que a este no le interesa ni la verdad ni el bien. Busca su propio interés personal, mezquino y sórdido. Obra con rapidez sin importarle la bondad o maldad, de los medios escogidos con tal de lograr sus propios fines egoístas. La perversidad suele presentarse como un cierto olfato de supervivencia, un actuar instintivo movido por el amor propio y el orgullo, que privilegia el modo de actuar buscando el propio interés por el poder. Se endereza exclusivamente a la posesión de bienes materiales y carnales. La astucia y la perversidad son las típicas formas de la falsa prudencia. El astuto es un simulador que se mueve de manera táctica, sin importarle la verdad ni el recto obrar. La simulación, los escondrijos, el ardid y la deslealtad son propios de la mezquindad y se oponen a la magnanimidad y generosidad, que supone la prudencia.
  7. Otra lección de Fouche, es que en su vida escondió la ambición de ser importante, consciente de sus limitaciones, que comenzaban por su propia presencia, en su actuar fue sigiloso como una serpiente, pero cuando era necesario estridente y desvergonzado. No quiso atarse a principio moral alguno. Prefería manejar el poder absoluto desde la tramoya del escenario o ser el personaje principal de la obra; sin abandonar nunca, fuera quien fuera, el partido de la mayoría. Lo hizo con éxito durante más de dos décadas, en el ejercicio del poder.
  8. La política se ha convertido en un negocio de delincuentes. Los pueblos marchan, ilusionados que irán al cielo, pero en su marcha no cantan hosannas, marchan cantando himnos de batalla. Igual que ahora. Aceptemos que es el tiempo de Fouche, tiempo de los asesinos es:  Igual que ahora.
  9. Como deben actuar estos hombres y mujeres, desparramando su retrato, utilizando la artimaña ingeniosa para embaucar a algunos con los memes, videos en Facebook en las redes sociales, haciendo promesas, fingir que pueden conseguir efectos sobrenaturales o espectaculares, a veces amenazas, sobornando, comprando. Por extensión, en suma, ser un “nuevo político” se convierte en uno de los oficios más abominables y tristes del ser humano. No lo expresamos en contra de ningún político en particular, sino de quienes que buscando y afanándose por poseer y ejercer el poder absoluto a veces desde el escenario o la tramoya del escenario. Participando las algunas veces llevando una carrera silenciosa, o simplemente subiéndose al carro ganador.
  10. Que había dado paso a un tiempo de incertidumbre y terror e incertidumbre en el que, hasta los propios gestores de la Revolución Francesa, padecían en aquella melé pantagruélica de violencia, que comprometían su propia supervivencia. La técnica de supervivencia política de Fouché consistía en la hipocresía, sus consumadas dotes de adulación y una peculiar movilidad ideológica. Era un raquítico funcionario de armas tomar, temido en toda Francia por su singular destreza y habilidad en aterrorizar al respetable. Parecerse al ejemplar obscuro, de una época conflictiva, perfil de este genio grave, hondo y singular, poco conocido, descripción de su perfil que nos pintan a detalle la naturaleza humana del político perfecto.
  11. La Paradoja de Fouché está marcada con dualidad de apariencia esquizoide y podría estar sujeta a exigencias en las que la “carta blanca era ley, o no vengan con que la ley es la ley". Porque ya los callejones de Paris estaban infestados de asesinos a sueldo. Enfrentado a un destino titánico en un tiempo de huracanes, donde la ética estaba permanentemente fuera de la ecuación o confundida en aquel inmenso enfangado humano, un hombre con poderes absolutos y más de diez mil confidentes a sueldo o chantajeados, es probable que no tuviera fronteras propias y su visión de halcón lo convirtiera en un todopoderoso Dios menor.
Ernesto Pompeyo Cerda Serna

Contador Público y Auditor. Socio del Despacho D. E. C.  y Miembro del Despacho Internacional PKF North American. Autor de los libros. Adiccionario Político. Kratologia. Literatura y Poder.